Adosado con vistas al mar en Calpe
Calpe no es solo un destino turístico. Es un lugar donde el Peñón de Ifach saluda al sol cada día y las calles conservan el alma de un antiguo pueblo pesquero. La ciudad combina autenticidad y confort: las callejuelas del casco antiguo conducen a modernos paseos marítimos y los mercados tradicionales se abren a restaurantes gourmet con terrazas panorámicas.
Las playas de Arenal-Bol y La Fossa seducen con su agua turquesa y arena dorada. Desde cualquier punto del pueblo, las vistas son tan hermosas que el tiempo parece detenerse. Calpe vive a su propio ritmo — tranquilo, constante, hermoso — como una ola que llega suavemente a la orilla.
Aquí es cómodo vivir y agradable descansar. Tiendas, cafés, colegios, centros médicos, clubes náuticos — todo está cerca. Calpe está bien comunicado con Alicante y Valencia, pero conserva una atmósfera íntima y acogedora.
Calpe es equilibrio: entre la calma y la vida, entre la tradición y la modernidad, entre el mar y la montaña. Si busca un lugar donde quedarse por mucho tiempo — ya lo ha encontrado.
Ponemos a la venta un adosado de dos plantas con una superficie total de 101 m². Distribución: tres dormitorios, dos baños, amplio salón-comedor, cocina, terraza y balcón.
La vivienda ha sido completamente reformada en tonos claros, amueblada y equipada con electrodomésticos. La cocina está totalmente equipada y los baños cuentan con sanitarios de alta calidad.
La casa está llena de luz natural y calidez. Desde la terraza y el balcón se contemplan el mar, el Peñón de Ifach y las colinas circundantes. En la terraza hay muebles exteriores — ideal para tomar el café al amanecer o disfrutar de veladas en familia.
Dispone de aire acondicionado con sistema frío/calor para todo el año.
El complejo residencial está cerrado y dispone de infraestructura: piscina con zona de descanso, jacuzzi, barbacoa, jardín y aparcamiento (una plaza incluida en el precio).
Ubicación excelente — a pocos minutos del centro de Calpe y con fácil acceso a la carretera principal: Benidorm o Altea a 10–15 minutos en coche y el aeropuerto de Alicante a 50 minutos.
Este adosado merece su atención — le encantará por su confort, armonía, privacidad y seguridad.
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